Heure Bleue Palais - Relais & Châteaux

Si Marrakech es la ciudad que nunca duerme —caótica, pintoresca, romántica y abarrotada—, Essaouira es la ciudad costera de la siesta en la hamaca. Esta antigua localidad portuaria lleva años atrayendo a surfistas a las espectaculares playas del Atlántico y a algún que otro turista que viene a visitar la medina, guía en ristre. De un tiempo a esta parte, también han empezado a aparecer viajeros aficionados al diseño con ganas de disfrutar el ambiente tranquilo de varios hoteles boutique nuevos.

El L’Heure Bleue, instalado en un riad tradicional, parece datar de otra época; no hay más que ver el florido patio central, la sala de billares, las lámparas de cristal y el bar de estilo colonial. Contrastan con este ambiente la terraza y la piscina modernas de la azotea con vistas a la antigua medina, así como la sala de cine y un spa pequeño, pero coqueto. Las propias habitaciones combinan la elegancia colonial con comodidades modernas. Se ofrecen cuatro tipos de suites —africanas, portuguesas, inglesas y orientales—, cada una con un diseño diferente, pero todas con camas king size, conexión wifi a Internet y bañeras inmensas.

Los huéspedes pueden tomar un desayuno marroquí, que consiste en café negro, fruta fresca y pastelitos, que se sirve en el patio al aire libre. Más tarde tendrás que decidir si deseas probar la buena cocina del chef del L’Heure Bleue o pasear por las oscuras calles de la medina buscando un establecimiento local. El marisco fresco y la gente despreocupada contribuyen al atractivo de Essaouira; aunque nadie te echará en cara que solo te apetezca tomarse algo en el exquisito bar del hotel antes de acostarse.