D-Resort Šibenik

La costa dálmata de Croacia nunca ha tenido que hacer grandes esfuerzos para atraer a los aficionados a la naturaleza o la navegación. La región tiene atractivos de todo tipo: aquí, las bellas escarpas de los Alpes Dináricos se entretejen formando un mosaico de parques nacionales, olivares y viñedos. Acérquese un poco al estuario del Krka, donde el río desemboca plácidamente en el Adriático, y encontrará una estrecha franja de tierra al sur de la fortaleza renacentista de Šibenik. Justo en la punta de esa península, disfrutando de la suave brisa mediterránea, se levanta un edificio contemporáneo de cuatro pisos con forma de lágrima flanqueado por una flota de elegantes yates. Bienvenidos al D-Resort Šibenik.
Sus promotores han tenido la inteligencia de no intentar emular la belleza del casco antiguo, un derroche de arcos, tejados de tejas y suelos adoquinados difícil (por no decir imposible) de igualar. Por el contrario, sus 63 habitaciones (más 6 suites y 3 villas) apuestan por un minimalismo basado en la luz y el espacio, muy del siglo XXI y de líneas muy limpias que los bonitos suelos de madera ponen de realce. La preocupación por las vistas parece haber sido la gran prioridad –eso explicaría sus grandes ventanales–, pero eso funciona, claro está, en doble sentido, ya que los interiores se ven inundados por una claridad casi sobrenatural en cuanto sale el sol.
El D-Resort propone una amplísima oferta de restauración compuesta por un par de restaurantes y no menos de cuatro establecimientos de vinos y cócteles. No los enumeraremos todos –estamos seguros de que nos agradecerá no haberle estropeado la sorpresa–, pero no dudaremos en recomendarle el restaurante de la última planta, el Skyline, donde podrá degustar tapas mediterráneas de primera calidad, admirar espectaculares vistas del casco viejo y el puerto deportivo y dejarse llevar por la música del DJ hasta bien entrada la noche, todo a la vez. Eso, si no prefiere los deliciosos platos de fusión asiática del yacht club… Ya sabemos, la elección no es fácil, pero si necesita madurar su decisión, ¿por qué no hacerlo en la piscina infinita?