Zero George

Caprichos del destino, el Zero George está situado en el número 0 de George Street, en Charleston. Una dirección así, parece cosa de broma y hasta habrá quien tema llegar al lugar y toparse con un solar completamente vacío… Pierda todo cuidado: podemos asegurarle que el hotel es bien real y hasta podemos decir que histórico. Este hotel boutique situado en el barrio de Ansonborough, donde los robles son tan majestuosos como los edificios, consta de dieciocho habitaciones repartidas entre tres casas de 1804 restauradas y dos cocheras, todas comunicadas por un patio plantado de árboles y palmeras.
Si por fuera los edificios tienen ese inconfundible sabor sureño que nos hace pensar en lánguidas e interminables tardes mirando cómo las gotas se deslizan por el exterior de un vaso de té frío, por dentro, las estancias han sido renovadas. Eso no quiere decir que la historia haya sido borrada –los suelos de pino originales siguen estando ahí junto con otros elementos de madera auténticos–, pero ese estilo elegante a la vez que informal de los muebles delata una sensibilidad innegablemente contemporánea. En otras palabras: no encontrará viejos y pesados sofás ni bañeras con patas que pesan una tonelada.
Bastará sin embargo con salir para estar de vuelta en el Charleston de antes de la guerra (¡de Secesión, no Mundial!). Las terracitas privadas que preceden cada habitación van a dar al exuberante patio central, decorado con muebles de mimbre y hierro forjado. Su terraza tiene espacio sobrado para tomar un cóctel vespertino y picar unos canapés. Publicaciones como Travel + Leisure o Food & Wine han ensalzado al chef Vinson Petrillo por su cocina estadounidense contemporánea de estricta temporada. Llegados a este punto, podríamos decir también que el cero de la dirección simboliza el punto de partida: el hotel está a unos minutos de The Battery, Liberty Square y Upper King Street, la meca de los foodies.