Pestana Cidadela Cascais - Pousada & Art District

La Pousada de Cascais, una antigua fortaleza costera convertida en un hotel de 126 habitaciones, es un sitio de contradicciones complementarias. Una pousada, según su definición, es un lugar pequeño e histórico decididamente de carácter portugués. Pero en particular es un hotel que no se siente como un hotel. Y así, la Pousada de Cascais es un albergue enorme, moderno y cosmopolita en estilo, con un aire acogedor que solo se esperará encontrar en un hotel pequeño. Sin embargo, los rasgos restantes de la estructura original, tal como los viejos muros de piedra y patios empedrados, son un recordatorio constante de la gran historia que ha vivido la fortaleza. Incluso, cabría bien decir que es un hotel único que no podría encontrarse en mejor sitio que en la costa de Cascais, conocida por su diversidad cultural.

Las paredes de cal en los exteriores coinciden de manera armoniosa con el diseño luminoso y minimalista del interior. Las categorías de habitaciones —estándar, superior y tres tipos de suites— toman su nombre según la cantidad de espacio vital que disponen; la otra distinción que, sin embargo, no se puede olvidar, se encuentra entre las habitaciones con o sin balcones y vistas. Las habitaciones con vistas al mar gozan de un panorama pintoresco hacia un puerto repleto de barcos de pesca y embarcaciones de vela. Y, mientras que muchas de las habitaciones cuentan con grandes ventanales de cristal, el lujo de tener un balcón privado para contemplar el mar hace que el dulce aire costeño se sienta mucho más cerca.

La zona aloja una variedad de restaurantes y bares, todos ellos de aspecto tranquilo pero alegre a su vez, sin duda un ambiente que le queda bastante bien a este pueblo costeño a solo unos 40 kilómetros de la ciudad capitalina de Lisboa. Tan solo al entrar al espacioso bar del vestíbulo, adornado con sillas coloridas y sofás cómodos y una obra de arte enigmático (apropiadamente titulado 600 golondrinas), la pauta decorativa del hotel comienza a gestionarse a su alrededor.

Al tratarse de una antigua fortaleza que en un entonces protegía la ciudad de Lisboa, abundan los puntos de vista que dominan sobre el mar y el pueblo (aunque no hay mejor punto de vista que una tumbona junta a la piscina) —aun así, el pueblo Cascais tiene mucho que ofrecer también. Y pues no se esperará nada menos de un pueblo con tantas identidades. Desde un antiguo pueblo de pescadores a un refugio costero para la nobleza portuguesa y española, e incluso un centro de arte contemporáneo, la Pousada de Cascais se las arregla para complementar cada una de las personalidades históricas del Cascais.

Indicaciones para llegar al hotel:

La Pousada de Cascais se encuentra a 34 km de distancia de Lisboa.