Dorint Kurfürstendamm Berlin

Según como se mire, la ciudad de Berlín puede tener muchos centros o ninguno en absoluto, aunque, en realidad, es lo mismo: al final, hay que dejar de pensar en esa aparente paradoja y elegir un barrio. En el antiguo este de Berlín bulle la vida nocturna más vanguardista, Mitte es el floreciente centro comercial. Y el mejor lugar para ir de tiendas, especialmente las de alto diseño, es Kurfürstendamm, el famoso bulevar del oeste de Berlín.

Justo al lado de la Ku’damm se encuentra el Dorint Kurfürstendamm Berlin, un hotel que otorga mucha importancia a su sabor francés, pero que, en realidad, es profundamente alemán. Hoteles como este no los hay en ninguna otra parte del mundo: tirando a grande, más grande que un hotel boutique, desde luego, y más formal también, aunque con un diseño impecable, un estilo contemporáneo y numerosos cuadros y esculturas de artistas contemporáneos alemanes, tanto en las zonas comunes como en las habitaciones.

A todos nos encantan los alojamientos boutique diminutos e íntimos, pero eso no significa que un hotel más grande no pueda ser mejor, sobre todo si así puede ofrecer los mejores servicios: el Dorint no tiene uno, sino dos restaurantes (uno de ellos es un bar restaurante francés), un bar en el vestíbulo, un centro de negocios bien equipado, un gimnasio y un spa completo. Es cierto que la exclusividad tiene su atractivo, pero el hecho de que un hotel pueda tener tanto estilo y, al mismo tiempo, ser tan sencillo y funcional, resulta entrañablemente igualitario.