The Ritz-Carlton Bachelor Gulch

Hubo un tiempo en que los hoteles Ritz-Carlton figuraban entre los establecimientos de lujo más conservadores en lo que a estilo se refiere. La marca no obstante ha evolucionado y, pese a que el Ritz-Carlton Bachelor Gulch no destaque por ser un hotel de diseño ultracontemporáneo, dista mucho de ser un lugar anticuado. Tras sus exteriores de madera y piedra –los cuales nos transportan a los lodges de los parques nacionales americanos y a las posadas alpinas–, nos aguarda un interior en el que el sello distintivo de Simon Hamui, el estudio de diseño con sede en Ciudad de México, se pone de manifiesto en cada rincón. El resultado es un hotel donde el lujo clásico se funde con el estilo contemporáneo. Otro de sus grandes puntos fuertes es su ubicación, la cual garantiza una tranquilidad y una privacidad de las que quizá no disfruten tanto los hoteles de lujo de la vecina Vail. Todo ello, con fácil acceso a la estación de esquí de Beaver Creek. La oferta de alojamiento, por su parte, abarca desde habitaciones sencillamente lujosas hasta suites con todos los lujos imaginables, algunas con equipamientos –como cocinas completas– más propios de una residencia particular. Además del servicio de guardaesquíes, el Ritz-Carlton Bachelor Gulch cuenta con un spa de 6 000 m2, una piscina exterior climatizada y una amplísima gama de actividades al aire libre, desde paseos con raquetas de nieve hasta pesca con mosca o golf. A la hora de reponer fuerzas, la cocina cálidamente familiar y reconfortante de la Great Room o el gastrobar Buffalos se completa con un par de opciones más sofisticadas: el Wyld, con una moderna cocina de temporada inspirada en el recetario de Colorado, y el elegante bar de sushi Sakaba.