Un negocio familiar que, como un pequeño guiño a sus orígenes, toma su nombre del famoso cantante belga Jacques Brel, conocido internacionalmente por su tema "Ne me quitte pas". El restaurante, que inicialmente funcionó como pizzería, destaca tanto por su emplazamiento frente a la playa como por su atractivo interior: amplio, luminoso, de diseño actual y con una barra-mesa especial junto a la cocina acristalada. ¿Qué encontrará? Una carta mediterránea-actual siempre atenta a los detalles, con apartados específicos para la pasta fresca, las pizzas de autor y los platos de inspiración asiática.