Ganischgerhof Mountain Resort & Spa

No sería disparatado pensar que esto no es Italia. En esta zona cercana a Bolzano, en la que los nombres están en alemán y la arquitectura es alpina, es donde se encuentra el Ganischgerhof, un hotel con un nombre muy poco italiano. Italia es la envidia de otros países, porque lo tiene todo: desde el sol de Sicilia hasta la nieve de Schwarzenbach.
La fachada del Ganischgerhof es la de una hostería tirolesa clásica, y los interiores también, aunque salta a la vista que están muy bien cuidados: el impecable mobiliario rústico de madera irradia una sensibilidad contemporánea de líneas bien definidas. Los balcones están pensados para contemplar el paisaje de los Dolomitas. Las habitaciones y suites tienen, como mínimo, una salita de estar, y, en algunos casos, un salón en toda regla, y ofrecen todos los servicios básicos, entre otros, televisión vía satélite.
Los huéspedes tienen a su disposición una piscina pequeña y un amplio abanico de saunas: una finlandesa, otra en una cabaña exterior, dos baños de vapor e incluso una cueva glaciar, que requiere mucho valor. La mejor temporada para alojarse en el Ganischgerhof, como en cualquier otro complejo hotelero de montaña, es durante la temporada de esquí, aunque seguro que los aficionados a la montaña y los ciclistas no opinan lo mismo.