Rosewood Castiglion Del Bosco

A pesar de no tener muchas habitaciones, el Castiglion Del Bosco es un sitio grande. El hotel es solo una pequeña parte de esta bucólica finca agrícola de ochocientos años de antigüedad y más de 1820 hectáreas, que ofrece un paisaje espectacular. Aquí se produce vino activamente, y la mayoría son bosques y tierras dedicadas al cultivo de la vid. El resto es un conjunto de villas erigidas con sensibilidad en torno a los edificios centrales de la finca original. Aquí es donde encontrará las veintiséis suites, así como dos restaurantes elegantes, una huerta ecológica, una piscina desbordante y un spa formidable. La idea es que los huéspedes se empapen del entorno, las actividades y el ritmo de vida de la Toscana mientras pasean por los vastos terrenos como si estuvieran en el año 1552 y la propiedad fuera suya.


Las suites son grandes, de entre 70 y 230 metros cuadrados, y muchas tienen terrazas aún más amplias que ofrecen a los huéspedes el lujo de acercarles al paraje ondulado. Los interiores están decorados con un estilo tradicional: colores rústicos de la Toscana, muebles sencillos de madera o de hierro forjado y colgaduras tupidas que bailan al son de la brisa. La comodidad exquisita de las suites contrasta con el ambiente tradicional que se respira en la finca, donde la vida transcurre lentamente al más puro estilo campestre de la Toscana. Si se ha de dar prisa es solo porque el Castiglion Del Bosco está a punto de convertirse en un club privado; de hecho las suites solo se ofrecen al público hasta que se cubra el cupo de socios.

Indicaciones para llegar al hotel:

El Castiglion Del Bosco se encuentra a aproximadamente una hora en coche del aeropuerto de Siena-Ampugnano.