Anantara Palazzo Naiadi

Si bien es cierto que el Palazzo Naiadi forma parte del mismo grupo hotelero que el Aleph —una auténtica fantasía modernista—, es imposible que haya dos hoteles más diferentes. El Aleph, un pequeño y selecto lugar de culto de seguidores devotos de las últimas tendencias, pone a prueba los límites del diseño vanguardista, mientras que el Palazzo Naiadi, un hotel de negocios grande y lujoso, hace alarde de una sobriedad y un tradicionalismo pasmosos, tras la fachada de una arcada neoclásica de la Piazza della Repubblica.

Sin embargo, si se enmarca en el panorama hotelero de Roma, la percepción de este hotel cambia por completo. En una ciudad en la que priman los interiores barrocos y los «hoteles museo», el ambiente del Palazzo Naiadi resulta sumamente animado y contemporáneo. Los cuartos de baño de mármol y las exquisitas antigüedades del hotel son de una elegancia moderna y encuentran su complemento idóneo en las comodidades y los servicios propios de un hotel de negocios internacional de cinco estrellas.

Muchas habitaciones dan a la plaza y algunas, incluso, tienen balcones privados. Las zonas comunes incluyen un bar-restaurante temático de la prensa rosa, decorado con fotografías de famosos que posan con toda naturalidad, una champañería desde la que se ve el ajetreo de la calle, un completísimo spa y un amplio abanico de instalaciones de negocios. Pero lo mejor y lo más extraordinario es, sin duda, la piscina de la azotea, un detalle que, pese a ser habitual en otras ciudades, en Roma aún se considera toda una novedad y una experiencia que merece la pena.