Secret Bay

De norte a sur, entre Antigua y Santa Lucía, se desgranan las islas de Montserrat, Guadalupe, Dominica y Martinica: tan hermosas como cualquier otra isla del Caribe, pero mucho menos visitadas por el turismo. Las razones son complejas y están destinadas a cambiar: en el caso de Dominica, donde se encuentra el hotel boutique Secret Bay, es en parte porque el paisaje es volcánico y no tiene apenas playas de arena blanca y en parte porque la isla no recibe vuelos internacionales.

¡Qué lujo! El lugar perfecto para desconectar de todo. Si lo que buscas es un complejo con tres piscinas infinitas y cinco restaurantes, mejor mira en Barbados o en Anguila. Si lo que deseas es caminar por la selva tropical, meditar al amanecer en una plataforma por encima de las copas de los árboles y dormir en una villa construida en lo más alto de un acantilado con criterios sostenibles y maderas autóctonas de los trópicos, entonces vente a Dominica, apodada la «isla de la Naturaleza», y alójate en el Secret Bay.

El hotel tiene solo 12 villas a cual más lujosa. La original villa Zabuco Honeymoon se levanta en un peñasco sobre el mar. Y, francamente, no creemos que tengas ganas de salir de ella: hay una zona de estar interior/exterior con tumbonas y hamacas, una terraza privada con piscina y ducha al aire libre y una cocina diáfana de última generación con encimeras de granito y máquina de café espresso. Si lo deseas, podrás asar tu propio pescado fresco en la barbacoa antes de degustarlo en el comedor al aire libre (el hotel puede hacerte llegar por encargo una cesta con productos frescos y aperitivos) y descansar en una cama tallada por artesanos locales en madera de cedro rojo autóctono.

La experiencia que ofrecen las villas Ti-Fèy y Ylang Yang es lo más parecido a vivir en una casa sobre la copa de un árbol, aunque, eso sí, con televisores Apple, wifi, sistema de sonido Bose, menú de almohadas y de colchones…

¿Y qué hay de esa caminata por la selva? Ah, claro, la caminata por la selva, la natación en cuevas, el snorkel nocturno, el piragüismo a través un manglar: todo eso y mucho más podrás hacer en el Secret Bay y su experto personal estará encantado de ayudarte a planificarlo. El hotel también tiene acceso directo a dos playas solitarias en las que quizá te topes con otros huéspedes del hotel… o quizá no. Bienvenidos a la isla de la naturaleza.