Pendry West Hollywood

Ningún lugar de Los Ángeles reúne el encanto de toda la ciudad, pero Sunset Strip casi lo consigue con el glamur de Hollywood, la decadencia del rocanrol y su ubicación con las colinas de fondo. El Pendry West Hollywood ocupa un bloque entero en Sunset Strip y no le sobra ningún centímetro. No solo contiene 149 habitaciones y suites, sino también un spa, un par de restaurantes Wolfgang Puck, un club privado, una sala de conciertos con 100 asientos e incluso una bolera.

El diseño, realizado por Martin Brudnizki, tiene influencias del art déco y los espacios interiores parecen sacados de la Edad de Oro de Hollywood. Sin embargo, el Pendry no es una experiencia retro, es una versión del Los Ángeles contemporáneo, lleno de colores y texturas deslumbrantes, empezando por el alucinante icosaedro de Anthony James, una escultura fractal situada en el vestíbulo del hotel que atrae la mirada hacia un mundo interior aparentemente ilimitado.

Las habitaciones y suites siguen un estilo parecido, incluso psicodélico, con unas vistas a la ciudad y a Hollywood Hills que parecen infinitas. Las comodidades son lujosas, pero no exageradas, y los interiores son elegantes, de una forma acogedora más que intimidante. Lo mismo ocurre con los espacios públicos, desde el Ospero, el restaurante de la planta baja, hasta el Merois, el restaurante de la azotea que ofrece una comida exquisita. El Bar Pendry es puro glamur de Hollywood con un estilo art déco en tonos azules y dorados, mientras que la piscina de la azotea ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.