The Westbury Hotel

En el centro de Dublín, hay hoteles más llamativos y desenfadados que este, pero a los huéspedes que prefieren acompañar el diseño contemporáneo de una pizca de clasicismo, les encantará el Westbury de Grafton Street. El hotel goza de una de las ubicaciones más atractivas de la ciudad: no solo se encuentra a solo unos metros de las mejores tiendas, sino también a caballo entre el Trinity College y St. Stephen’s Green y el célebre ambiente nocturno del Temple Bar.

Los interiores han alcanzado el equilibrio que tantos hoteles boutique buscan: el estilo es lo bastante contemporáneo como para que hasta los fanáticos del diseño lo consideren moderno y lo suficientemente clásico como para convencer a todos, menos a los tradicionalistas acérrimos. Una gama de colores neutros claros saca el máximo partido de la luz del norte y da sensación de amplitud. El Westbury es un hotel que nunca resulta agobiante y las habitaciones y suites de lujo son realmente grandes.

Un hotel rodeado de bares y restaurantes tiene que estar a la altura de la oferta culinaria de la zona. El Gallery es un restaurante un tanto informal con vistas a Grafton Street y una colección de arte irlandés envidiable, mientras que el Wilde es un restaurante selecto, bautizado en honor al personaje más ingenioso nacido en la ciudad, por no hablar del café-restaurante y la glamurosa coctelería ambientada en los años 20.