Hacienda Uayamon

A sólo quince minutos de la histórica ciudad amurallada de Campeche, en plena ruta maya, el Hacienda Uayamón representa la otra cara del turismo mexicano: no el placer hedonista de los complejos hoteleros de la costa, sino la sensación de marcha atrás en el tiempo que transmiten los lugares más recónditos del interior.
A principios del siglo XIX esto era una hacienda, una suerte de ciudad en miniatura con todos los servicios necesarios, que daba cobijo tanto a los propietarios como a los empleados. Es increíble que hoy sea un pequeño hotel de lujo: un chalé de alta gama pasó a ocupar el lugar de las antiguas dependencias del servicio y lo que antes era el hospital se ha convertido en dos vastas suites, con sendas piscinas privadas.
Si bien es cierto que el ambiente evoca una época remota, los huéspedes del Hacienda Uayamón disfrutan de las comodidades más modernas, rodeados de amplios espacios, hermosos muebles coloniales, hondas bañeras y terrazas privadas con tumbonas. Las habitaciones están equipadas con camas king o con dos camas dobles, e incluyen una hamaca para dormir como supuestamente lo hacen los mayas.
Por supuesto, los tratamientos del spa tratan de recrear la historia del lugar en la mayor medida posible, aunque podría pasarse varios días visitando las ruinas de Edzna y las pirámides de Calakmul sin hallar ninguna prueba de la aromaterapia y las antiguas envolturas de barro mayas.
Indicaciones para llegar al hotel:
«Salga de Campeche rumbo al sureste por la autopista de China-Tixmucuy, y conduzca 10 km hasta pasar la desviación del pueblo de China. Continúe recto 10 km, gire a la derecha y a 7 km encontrará el Hacienda Uayamón y el pueblo del mismo nombre.»