Le Prince Maurice

Rara vez se puede ver isla Mauricio invadida por hordas de turistas; de hecho, se trata de uno de los rincones más remotos del mundo, a 500 millas al este de Madagascar, en medio del océano Índico. Le Prince Maurice se encuentra todavía más aislado, oculto entre la exuberante vegetación de la costa nororiental de las islas de sotavento, protegido de las inclemencias climáticas preponderantes. El resultado es un oasis dentro de otro oasis: el aislamiento absoluto.

A pesar de todo ello, nadie puede librarse del servicio, lo cual, por otro lado, es positivo. El personal es tan atento que cualquiera podría verse en la tentación de derramar un vaso de agua solo para comprobar la rapidez con que aparecen, acuden prestos en su ayuda y vuelven a desaparecer con total discreción. El self-service ha quedado obsoleto: se impone el cuidado del turista, y Le Prince Maurice está preparado para competir con los centros turísticos más decadentes del mundo.

De hecho, reúne lo que vendrían a ser los “greatest hits” de esta turística isla, y combina una serie de elementos que se podrían encontrar en cualquier otro sitio, reunidos aquí, bajo un techo metafórico: casitas frente a la playa, chalets junto a la piscina, e incluso suites a modo de cabañas balinesas con el tejado de paja sobre las aguas del lago. La Suite del Príncipe hará las delicias de aquellos que no se conformen con este elevado grado de intimidad: se trata de tres suites escondidas en una zona de playa privada, con tres terrazas individuales con vistas a distintas partes del lago.

Entre las actividades que ofrece el hotel se incluyen las más comunes: centro de fitness, tenis, golf, y una amplia gama de deportes acuáticos, desde el remo con kayak hasta el submarinismo. La mayoría de los huéspedes probablemente preferirán actividades más tranquilas, acordes con el refinado lujo del lugar: existe la posibilidad de pasar el día practicando la pesca de altura, capturando aguja, tiburón y atún, y también existe la posibilidad de deleitarse probando la misma aguja, tiburón o atún en el restaurante L'Archipel. Si es amante de las terapias SPA, no puede perderse las instalaciones del balneario, pero si no lo es, dejará Le Prince Maurice en un estado de completa relajación de todos modos: se trata de un completísimo resort, situado en un entorno natural de exquisita belleza y con un servicio de primera. ¿Qué más se puede pedir?