Kempinski Hotel Grand Arena Bansko

Es imposible confundir Bansko y St. Moritz, pero no será porque a la primera localidad le falten atractivos. Para empezar, es una estación de esquí asequible. Además, si eres de los que les cuesta distinguir una estación alpina de otra, observarás que Bansko derrocha personalidad. Los hoteles también están al alcance de todos los bolsillos. Por ejemplo, el hotel de lujo Kempinski Hotel Grand Arena, situado justo debajo del teleférico, ofrece unos precios por noche muy competitivos.

La fachada inconfundible del Grand Arena es la prueba de que ya no estás en los Alpes. Las habitaciones son sencillas, pero lo cierto es que ese no es el motivo que suele llevar a los turistas a una estación de esquí. Las calles aquí también derrochan personalidad. Hace poco más de diez años que esta localidad es una estación de esquí; de ahí que el antiguo pueblo sea probablemente más pintoresco que la mayoría de estaciones. Naturalmente, si estás acostumbrado a esquiar en Courchevel, en Park City o en Whistler, las pistas también le parecerán curiosas, pero de eso se trata. Bulgaria sigue siendo deliciosamente singular y el Grand Arena ofrece a sus huéspedes un trato inmejorable, algo que unido a la relación calidad-precio de la estancia, sin duda es un punto a favor.