Cézanne

El sur de Francia ofrece más que lugares de costa y casas rurales. La encantadora ciudad romana de Aix-en-Provence es uno de esos destinos que nunca pasan de moda y es fácil saber por qué: a lo pintoresco de sus calles se añaden la suavidad de su clima mediterráneo, una cierta actividad cultural y una refrescante ausencia de glamour ostentoso. Y en medio de todo esto, un excelente hotel boutique deliciosamente urbano: el hotel Cézanne.

Así como en su día Cézanne sentó algunas de las bases de la pintura contemporánea, el hotel que lleva su nombre se mueve entre el mundo de la hostelería tradicional y el universo de los hoteles boutique. Los colores y texturas de la Provenza inundan cada rincón, aunque reinterpretados desde una óptica contemporánea de la mano del diseñador Charles Montemarco. Gracias a ello, el Cézanne se desmarca tanto de los hoteles de diseño vanguardista como de los hoteles tradicionales al estilo antiguo.

Aunque el Cézanne ofrezca más que alojamiento y desayuno, su abanico de servicios no es muy amplio. Su desayuno bufé es excelente y el bar está abierto todo el día. Aunque, si deseas comer o cenar fuera, estarás cerca de numerosas opciones de restauración.