Principe Forte dei Marmi

Pero volvamos al hotel. Sus 28 habitaciones con todo lo que se espera de un hotel de lujo actual, son soleadas y espaciosas, con suelos de parqué, grandes ventanales, muebles de diseño italiano y baños con paredes de cristal (y cortinas para garantizar la privacidad). Cada habitación dispone de un sistema de sonido Bose y está insonorizada a su vez para que nadie oiga el sistema Bose de los vecinos. Además de grandes televisores, cuentan con un moderno sistema que permite adaptar la iluminación al estado de ánimo de cada uno y con vinotecas muy bien surtidas en lugar del sempiterno minibar.

A pesar del tamaño del hotel, las habitaciones no son más que una parte de la oferta. En el spa, el “circuito bienestar” encadena sauna finlandesa, ducha de vapor frío a la lavanda, baño turco, banya rusa, “tormenta a la menta” y “cascada de hielo”, antes de terminar con una merecida “colazione”. Si tanto vapor y tanto frío/calor te parece excesivo, siempre puedes optar por una de las dos magníficas piscinas, una cubierta y otra al aire libre, el club de playa privado (con todos los servicios del hotel) o, para una experiencia más exclusiva, un paseo a bordo del yate de lujo del hotel.

Otro de los grandes argumentos del hotel son sus bares y restaurantes, repartidos por la playa, las piscinas, las terrazas e incluso la azotea. Algunos tienen vistas al Mediterráneo, otros a los Alpes Apuanos (donde se extrae el mármol de Cararra) y otros, vistas a los dos. En resumen, tendrás aire de la montaña por un lado, brisa marina por el otro y entre los dos, los perfumes de la Toscana. Con esas perspectivas, ¿quién vuelve a casa?

Cómo llegar: El hotel se encuentra a media hora en coche del aeropuerto de Pisa-Galileo Galilei y a una hora del aeropuerto de Florencia-Amerigo Vespucci. La estación de tren de Querceta está a unos 6 kilómetros del hotel.