Una vez dentro del lujoso Grand Velas, el comensal se sumerge en una experiencia envolvente y sensorial: espectaculares vistas al mar, servicio impecable y, cómo no, una cocina singular. Como su nombre sugiere, aquí todo gira en torno a la visión creativa de un chef, Nahúm Velasco, quien propone un sofisticado menú degustación marcado por combinaciones insólitas y texturas que seducen. El recorrido puede comenzar con una centolla con sedosa yaca y continuar con el bacón ahumado con atún o, quizá, una espuma de pataca con huitlacoche y setas. El menú cambia con frecuencia, por lo que al lado artístico se suman la originalidad y el elemento sorpresa. Los maridajes con vinos de pequeños productores mexicanos proporcionan una experiencia tan placentera como instructiva…