Este restaurante, cuyo nombre rinden homenaje a la madre de Nicolás Catena Zapata, representa la vuelta a los sabores mendocinos desde la modernidad. El comedor, tan imponente como el resto del edificio (recuerda las construcciones del medievo italiano, con recios muros en piedra, bóvedas de ladrillo, grandes arcos, valiosas piezas de arte...), se encuentra dentro de la bodega Catena Zapata, en Agrelo (Luján de Cuyo), famosa tanto por la calidad sus vinos como por su diseño... ¡en forma de pirámide Maya! La propuesta se centra en un exclusivo menú degustación, de tinte creativo, que se desarrolla en varios pasos o etapas, iniciándose con pequeños y sofisticados bocados (como sus Olivas esferificadas) para luego pasar a unos platos que nos hablan del ADN mendocino (nos ha encantado su panceta de cerdo, elaborada al carbón y de textura suflada, con chutneys de manzana verde). ¡Visita la destilería subterránea, pues allí elaboran su vermuth rosso Vicenzo!