MILAM

Hecho inhabitual por estos lares, el MILAM no se encuentra en la zona turística de primera línea de playa, sino más bien a las afueras de la localidad, donde es de esperar que un complejo hotelero de tan alta gama y cuidado diseño nos haga sentir como si estuviéramos en casa. El nombre –referencia a la práctica tántrica también conocida como “yoga de los sueños”– es toda una declaración de intenciones que se ve materializada en las sinuosas formas del hotel, en su estudiada iluminación y en los llamativos detalles de diseño que florecen aquí y allá. Las habitaciones, más oníricas aún y pensadas para crear una comunión total del interior con el exterior, son comparables a un despliegue de yeso, barro y macramé salido de un sueño psicodélico. El resto depende de ti, miembro de la comunidad de soñadores: ¿prefieres hacer yoga bajo el techo de una palapa tradicional, cuidar de ti en el spa o tomarte una copa en la piscina? ¿Y por qué no las tres cosas?...