Mont-Blanc (Megève)

El hotel con más solera de Megève, el Hôtel Mont-Blanc, se ha acicalado un poco. En realidad, ha hecho más que eso, el nuevo Mont-Blanc ha pasado a formar parte del grupo de hoteles diseñados por Jocelyne Sibuet, al que también pertenecen favoritos como el Cour des Loges y Les Fermes de Marie.

Sin embargo, eso no significa necesariamente que sea un hotel «de diseño». Sibuet no tiende a la ostentosidad, sino al clasicismo, y un hotel señorial como el Mont-Blanc siempre se centrará más en el lujo que en la estética. Así y todo, en las estaciones de esquí alpinas no hay muchos hoteles con tanto estilo como este. En los años 60, su sofisticación satisfizo a Jean Cocteau; en los 80, salió en la película Las amistades peligrosas, y, en la actualidad, continúa siendo la segunda residencia de muchos esquiadores parisinos.

En cuanto a los aspectos prácticos, tiene todo lo que cabría esperar de un hotel enclavado junto a unas pistas de esquí. No podrían faltar un gimnasio y un spa bastante grande, y la cocina posiblemente tenga más relevancia de la que se le suele conceder en la típica estación de esquí. En tres restaurantes y dos salones se sirven desde el desayuno hasta la cena, así como caviar y alguna que otra copa de champán a media tarde; algo que, bien pensado, tampoco podría faltar.

Indicaciones para llegar al hotel:

El hotel se encuentra a solo 55 minutos del aeropuerto internacional de Ginebra (por la autopista Geneva Chamonix, toma la salida de Sallanches) y de la estación de ferrocarriles internacional de Ginebra (con trenes de alta velocidad directos de París a Ginebra). También se puede llegar por autopista desde algunas de las principales ciudades europeas, entre otras, Milán, Bruselas, Ámsterdam y París.