Estalagem Da Ponta do Sol

A pesar de que, técnicamente, esto es Portugal, se parece poco a la imagen que se suele tener de dicho país: la isla de Madeira tiene más tradición africana que europea, y se encuentra a tan solo 650 kilómetros del extremo más occidental de Marruecos. Se trata de una isla volcánica de exuberante vegetación y clima tropical, por lo que es uno de los destinos turísticos preferidos por la tercera edad. Aunque eso está cambiando.

Con esto no queremos decir que en Estalagem da Ponta do Sol discriminen a nadie por motivo de su edad: nada más lejos de la verdad. Aunque sí debemos reconocer que sus clientes habituales suelen ser jóvenes, al menos de espíritu: viajeros que dan importancia el estilo, y valoran el hecho de que su hotel domine el mar al borde de un acantilado de manera espectacular, y al mismo tiempo tenga un aspecto moderno.

Sus interiores son elegantes, de estilo minimalista, con suelos de madera noble en los espacios comunes, aguacal en todos los rincones y muebles de diseño. Las habitaciones tienen el mismo diseño que los huéspedes podrían encontrar en los hoteles de Barcelona o Miami, muy distinto del kitsch colonial de otros complejos de Madeira. Sus 54 habitaciones disponen de un balcón con espectaculares vistas al océano, los acantilados o el pueblo que se encuentra por debajo. No te asustes, no tendrá que escalar por el acantilado para ir a comer, ya que el hotel cuenta con un restaurante y una cafetería junto a la piscina.

Todo el pueblo de Ponta do Sol comparte con el hotel una situación geográfica única: los edificios se alinean junto a las laderas de las montañas, y todas las casas de la calle principal están enjalbegadas, coronadas por sus encantadores tejados rojos, con mucho que ver y afortunadamente muy pocos turistas. El hotel ofrece una gama de actividades un poco limitada, adecuada para un pequeño hotel boutique sobre un acantilado, pero se puede organizar cualquier actividad exterior imaginable, desde tenis y golf hasta safaris en jeep pasando por la bicicleta de montaña. La playa de Ponta do Sol es pequeña y está llena de guijarros, pero Jardim do Sol, la meca del surf, se encuentra a tan solo 20 minutos.

Indicaciones para llegar al hotel:
El hotel está situado en Ponta do Sol. A 40 minutos del aeropuerto y a 20 minutos en autobús de Funchal.