Le Grand Bellevue

La localidad de Gstaad, en los Alpes suizos, es mundialmente conocida por ser uno de los destinos de invierno más populares entre la jet set internacional. Pero como es bien sabido, el éxito suele pasar factura: las marcas de lujo lo inundan todo y la tónica general es el derroche y la ostentación. Le Grand Bellevue, fiel a su nombre, es verdaderamente grandioso. Se trata de uno de los emblemáticos «cuatro grandes» de la localidad y su exterior, ya centenario, sigue luciendo tan elegante y refinado como siempre. Eso sí, al atravesar sus puertas puede resultar sorprendente que, a pesar de ser indiscutiblemente un hotel de altísima gama, Le Grand Bellevue demuestra un buen gusto y un estilo discreto, inusual en Gstaad.

Para empezar, se trata de un establecimiento de pequeño tamaño, con solo 57 habitaciones y suites, todas ellas muy espaciosas y confortables, aunque con bastante diferencia entre las primeras de la gama y las espectaculares suites. En el spa, en consonancia con un lugar como Gstaad, encontrarás todo lo que te esperas: desde tratamientos de belleza high-tech a las escenográficas instalaciones del Thermal Oasis.

Las instalaciones de esquí, muy completas, forman parte del paquete de servicios, con propuestas tan inusuales como el servicio de limusina en un Bentley antiguo o la sala de cine privada. Las propuestas culinarias también son de la más calidad: el Leonard's ofrece una exquisita gastronomía internacional, Le Petit Chalet está especializado en la típica fondue suiza y el Sushi Bar, cuyo nombre no da lugar a duda. Varios salones y bares te permitirán tomar desde el té de la tarde hasta vinos excepcionales o un cóctel clásico en una barra revestida de zinc.