Villa San Michele, A Belmond Hotel, Florence

El calor, las iglesias y los turistas tomando fotos a la Venus de Milo a diestro y siniestro… Durante el verano, Florencia puede llegar a ser un lugar agotador. Si crees que esto es algo desesperante, no temas, tenemos una solución que ofrecerte. Se encuentra a un cuarto de hora en coche del centro de la ciudad y se llama Villa San Michele. Aquí, encontrarás la tranquilidad que buscas además de una belleza difícil de imaginar. Desde el hotel, que se encuentra en plena campiña, podrás disfrutar de los atardeceres más hermosos de la Toscana, así como de una vista impresionante de Florencia, con la cúpula de la catedral asomándose entre los tejados de tejas roja, como si de una Venus se tratara. ¿Te resulta familiar esta imagen? Pues bien, se trata de la misma vista que despertó la pasión entre George Emerson y Lucy Honeychurch en la famosa película Una habitación con vistas.

Cuando uno está en el San Michele, le resulta difícil decidir qué es más espectacular, si la vista o la villa en sí. Diseñada por Miguel Ángel, esta maravilla de color crema y chocolate fue en su día un monasterio, y conserva muchos de los detalles arquitectónicos de la época. Oscuras puertas de madera lucen inmensos cerrojos de forja y se abren a pasadizos diseñados para personas del siglo XV (en otras palabras, es necesario agacharse un poco al entrar). Retratos un tanto descoloridos de monjes siguen adornando las paredes de los pasillos, mientras que Jesús fija su mirada en los visitantes desde el fresco de la Última Cena que preside el bar.

No te dejes abrumar por los elementos religiosos… En el San Michele también podrás disfrutar de todo tipo de distracciones profanas. Enfúndate en tus mejores galas para degustar unos deliciosos raviolis rellenos de pichón en el comedor de la terraza o para tomarte un Martini en la barra del bar. Por la noche, la cama con dosel y la inmensa bañera del cuarto de baño son una invitación clara a una conducta no precisamente recatada. ¿Quién hubiera dicho que la estética de un monasterio renacentista pudiera ser tan compatible con el concepto actual de elegancia? Basta fijarse en los arcones tallados a mano, las preciosas y austeras sillas y los suelos de barro. Nada que ver, en definitiva, con la recargada suntuosidad de los hoteles palaciegos del siglo XVIII. La decoración del San Michele podría incluso describirse como minimalista.

Aunque no tengas ninguna intención de convertirse en un monje florentino, no cabe duda de que disfrutarás mucho en el San Michele. Sigue el tortuoso camino ajardinado que te lleva a la piscina y disfruta de unas preciosas vistas mientras se refresca. Tu único problema será salir del hotel, pues te sentirás tentado a permanecer en él todo el día. El hotel ofrece un servicio de lanzadera que comunica con la plaza de la Reppublica, en el centro de la ciudad, en menos de 15 minutos, pero tras pasar unos días aquí, empezarás a pensar que la mejor manera de ver Florencia es desde este alojamiento, desde las alturas y la distancia.

Nota:

El Hotel Villa San Michele es un hotel de temporada y está abierto desde finales de marzo hasta noviembre.

Instrucciones para llegar al hotel:

El Hotel Villa San Michele está a 10 km del aeropuerto de Florencia y a 15 minutos en coche de la estación de tren de Florencia Santa Maria Novella.