Armani Hotel Dubai

Si nos dijesen que existe un hotel Armani, pero que no está en Milán, adivinaríamos automáticamente que se encuentra en Dubai. Y no está en cualquier parte de Dubai, sino en la torre Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo y el orgullo de la ciudad. Es normal que una marca de moda internacional haya querido levantar un monumento a la fastuosidad, y qué mejor sitio para hacerlo que la ciudad del consumismo por excelencia.


Por eso no es de extrañar que el Armani sea un hotel realmente impresionante. Giorgio supervisó personalmente el proyecto con un criterio riguroso. El diseño está cuidado al milímetro, y hasta los detalles más pequeños de la construcción y los acabados se han trabajado con la pericia técnica propia de la alta costura, dejando a un lado el mercado de gran consumo.


Los precios también son equivalentes a los de la alta costura, pero merece la pena pagarlos. Las amplísimas habitaciones están decoradas con detalles de gran categoría y con la gama de colores neutros y tonos grises oscuros característica de Armani. Las vistas no son todo lo extraordinarias que podrían ser. La mayoría de las habitaciones se encuentran en las primeras ocho plantas de la torre, desde las que todavía se puede ver el suelo, mientras que las suites Armani están en las plantas 38 y 39.


Además de las habitaciones, el hotel ofrece nada menos que nueve restaurantes y salones, frecuentados tanto por la gente de fuera como por la de Dubai, y muchos de ellos están inspirados en la cultura milanesa de Armani. El spa es de primera, y también lo son las instalaciones para reuniones, en caso de que tenga la mala suerte de necesitarlas. No podía faltar una boutique Armani; aunque no es la única tienda de la zona: la torre Burj Khalifa forma parte del gigantesco proyecto inmobiliario del centro de la ciudad, junto con el Dubai Mall, un acuario y una pista de hielo, que seguramente la habrán incluido porque pueden.