Borgo Santo Pietro

No obstante el ruinoso estado en que los dueños del Borgo encontraron el lugar, su trabajo de restauración ha sido admirable. Las antigüedades son auténticas y han sido cuidadosamente escogidas por toda Italia, al igual que muchos de los materiales de construcción. El resultado es una apariencia mucho más real de la que ofrecen muchos de los hoteles de lujo más antiguos de Italia, cuyos propietarios se resisten, en nombre de la autenticidad, a mover de sitio hasta el más mínimo cuadro.

Quizá esto ocurra también porque el Borgo no es tanto un hotel de lujo como una casa de campo. En lo relativo al confort, sus habitaciones y suites nada tienen que envidiar a las de cualquier hotel. Y tratándose de carácter, son más bien los demás hoteles quienes deberían de envidiar a este. Si quieres experimentar cómo vivía la aristocracia italiana hace siglos, este es el lugar adecuado. Igualmente, tampoco es un mal lugar para “experimentar” la cocina rústica toscana contemporánea: Meo Modo –con una estrella Michelin– permite a Andrea Mattei demostrar su gran habilidad para transformar los ingredientes que crecen en los extensos huertos y campos de la finca. Para una cocina más ligera acompañada de algún que otro cóctel, opta por el Treehouse y sus excelentes vistas: su ubicación a la sombra de los árboles y junto a la piscina te dará el porqué de su nombre. Añade a ello un magnífico spa con revestimientos de piedra, un amplio abanico de actividades deportivas y la posibilidad de explorar hasta el último rincón de Toscana y no se nos ocurre quién podría ofrecer mejor experiencia que Borgo Santo Pietro.

Cómo llegar: Borgo Santo Pietro se encuentra a unos 90 km del aeropuerto más cercano, Firenze Peretola (FLR). La estación de tren de Florencia, a la que llegan las principales líneas ferroviarias, está igualmente a unos 90 km. Los trenes regionales llegan a la estación de Siena (a 33 km), mientras que los cercanías llegan a la estación de Chiusdino, a 5 km del hotel.