Rosewood Beijing

Si, de entrada, eso de que un hotel se anuncie como una “aldea urbana” no le inspira demasiada confianza, espere un poco antes de hacerse una opinión. Cierto que los responsables del Rosewood Beijing se tienen en ocasiones en muy alta estima y que, por ejemplo, lo que viene siendo un conserje en cualquier hotel (y desde aquí nuestro respeto a todos los conserjes) en el Rosewood se ha convertido en un curator (o “cuidador”). Dicho esto, y más allá de los esfuerzos por crearse una imagen propia con la que desmarcarse, lo que aquí le aguarda es un hotel extremadamente profesional, pensado y realizado a conciencia y con muchísimo sabor local.
El hotel ha sido diseñado con un doble objetivo: poner de manifiesto el ingente patrimonio cultural chino y ofrecer lujosas habitaciones tipo apartamento. La entrada y el vestíbulo, muy llamativos, lucen pinturas inspiradas en antiguas técnicas y formas de arte chino, desde el gongbi, una técnica a pincel muy meticulosa y delicada, al sumi-e, una aguada con tinta china negra. Cada habitación, además, cuenta con una pieza original de esmalte alveolado. No piense por ello que estas espaciosas estancias de estilo residencial son únicamente un canto a la cultura china: todas ellas tienen grandes ventanales que permiten admirar el skyline de la ciudad, grandes vestidores y hasta TV integradas en el espejo del baño. Los equipamientos son lujosos y abundantes en todos los aspectos: ropa de cama de 600 hilos de marca Frette, reproductores Blu-ray, sistemas de sonido Sony Sound Bar y artículos de baño del perfumista florentino Lorenzo Villoresi en exclusiva para el hotel.
Y si las habitaciones no le parecen bastante tranquilas, siempre podrá desconectar en el spa Sense. La suite Deluxe Spa tiene terraza privada, sala de estar separada y acceso al executive lounge, ideal para tomar el té de la tarde o un cóctel por la noche. Al alcance de todos está la sala de yoga, el gimnasio y la piscina de la sexta planta, salpicados, claro está, de más arte, en concreto de obras de destacados escultores chinos.
Todo ello se encuentra en pleno corazón del distrito de Chaoyang, eminentemente de negocios, lo cual quiere decir que, entre reunión y reunión, el hotel es la mejor opción para sumergirse en una experiencia cultural y contemplativa centrada en el arte.