La Bastide Saint Antoine

Aunque su aspecto actual se remonta sólo al año 1996, La Bastide Saint Antoine fue construida en el siglo XVIII, sobre una de las colinas de la Bahía de Cannes. El hotel, rodeado de hectáreas de cipreses y olivos, es un lugar tranquilo y apartado, que se encuentra a sólo unos minutos del pueblo de Grasse y a 13 kilómetros de Cannes.
El hotel es conocido sobre todo por su restaurante, el Jacques Chibois, que ha recibido dos estrellas de la Guía Michelín. El chef Chibois pasó quince años en Gray d'Albion, en Cannes, y su obsesión por el aceite de oliva no conoce fronteras. El Jacques Chibois es uno de los restaurantes más reputados de Francia, y no cabe duda de que su cocina está a la altura de su reputación. Durante los meses más cálidos, las comidas se sirven al aire libre, en el jardín, un lugar ideal para disfrutar de una hermosa vista del Mediterráneo y de las colinas.
Se trata de un lugar que nunca ha pasado desapercibido. Cuando era una casa de campo, antes de convertirse en hotel, acogió a celebridades como los Kennedy y los Rolling Stones. De hecho, Bill Wyman decidió alojarse en este caserón a principios de la década de los setenta -cuando los Stones huyeron de Inglaterra para evitar el pago de impuestos- y le gustó tanto el sur de Francia que decidió instalarse definitivamente en la región.
Las habitaciones de invitados están decoradas al más puro estilo provenzal, con muebles antiguos y suelos de barro cocido. Cuentan también con todas las comodidades de la vida moderna, es decir, con todo aquello que hubieran necesitado los Rolling Stones: sistemas de entretenimiento de primera categoría e inmensos cuartos de baño con cabinas hidromasaje, que nada tienen que envidiar a los hoteles de lujo de las grandes ciudades.
El hotel también dispone de una piscina climatizada y varias boleras, así como acceso a todas las actividades al aire libre que ofrece la región, desde el montañismo hasta el golf, pasando por el submarinismo y el esquí acuático. Sin embargo, lo más probable es que los huéspedes prefieran una estancia tranquila y selecta, así que no nos extrañaría que se decantaran por el restaurante del hotel, sus hermosos jardines, el salón para fumadores y la biblioteca.