Delfina, una de las referencias en cocina rústica ítalo-californiana de San Francisco, surge rodeada de joyas culinarias como el Bi-Rite (y su heladería), Tartine Bakery o su hermana, la pizzería Delfina. Pero incluso con una competencia tan encarnizada, para comer en Delfina tendrá que reservar con bastante antelación o estar dispuesto a hacer una larga cola para intentar obtener alguno de los escasos asientos sin reserva.
El animado comedor está atendido por un encantador equipo de camareros y la carta, que cambia con la temporada, incluye platos tan reconfortantes como el raviol doble relleno de ricotta de búfala y puré de habas, pollo asado con patatas machacadas al aceite de oliva o salmón salvaje con beurre blanc de alcaparras… Destacar también entrantes (brotes de guisantes con queso stracciatella) y postres de temporada.