Fairmont Chateau Whistler

No queremos ofender a nadie de Colorado, California o Vermont al decir que Whistler y Blackcomb ofrecen el mejor lugar para practicar el esquí y el snowboard en Norteamérica: simplemente es un hecho. Gracias a la temporada de esquí más larga y la bajada vertical más fuerte de cualquier lugar del continente, además de precipitaciones con las que se consiguen metros de nieve del Noroeste del Pacífico todos los años, Whistler no es solo la capital del esquí en Canadá, sino un gran destino internacional.

Al pie de la montaña Blackcomb encontrarás el que muchos han nombrado el mejor hotel de esquí en Norteamérica, el Fairmont Chateau Whistler. Este impresionante castillo por dentro resulta sorprendentemente acogedor y cálido, dando más bien la imagen de un refugio tradicional en el campo que la de un hotel de una gran cadena hotelera, gracias a las vigas de madera rústicas como soporte del techo del hall y un estilo elegante y tradicional en las habitaciones.

Obviamente, aquí reina el confort, como en cualquier complejo hotelero dedicado al esquí y el ambiente es todo menos recargado. Aunque sus muebles y su decoración son muy elegantes, también son robustos. Las vistas son realmente impresionantes, de las montañas, del pueblo o de las pistas de esquí. Las enormes bañeras son ideales después de un largo día en las pistas. Las habitaciones de la planta gold cuentan con chimeneas y bañeras de hidromasaje, así como acceso a un salón privado.

El mejor spa de la zona está en el mismo hotel y la piscina exterior y los jacuzzis están disponibles para todos los clientes. Incluso en verano, el lugar no pierde nada de su encanto. El campo de golf, diseñado por Robert Trent Jones Jr. es uno de los mejores de la región, además de presentar el reto añadido que ofrece el paisaje impredecible de la Columbia Británica.