Palazzo Avino
Via San Giovanni del Toro 28, Ravello, Italia
43 Habitaciones
Elegancia tradicional y Tranquilo
El Palazzo Avino, con su encantador sabor antiguo y su flamante modernidad, se alza sobre la espectacular Costa Amalfitana desde lo alto de una colina de Ravello. Este palacio del siglo XII ha sido uno de los principales hoteles de Europa desde 1880. Las puertas del hotel se cerraron definitivamente en los 80, pero el grupo Virgin volvió a abrirlas en 1997, año en que el Palazzo Avino recibió a su primer huésped, el tenor Plácido Domingo, recuperando así, casi de inmediato, su antiguo esplendor.
El hotel desprende una elegancia clásica muy estudiada, que, sin embargo, no pretende evocar ninguna época en particular, sino constituir el ambiente idóneo para vivir un sueño de otro mundo. Los suelos y las escaleras son de mármol, las paredes de las zonas comunes están cubiertas de obras de arte contemporáneas y hay infinidad de sofás y sillas que invitan a un placentero ensimismamiento. La zona de la piscina ostenta un lujo idílico, que resulta aún más espectacular gracias a las formidables vistas. El panorama que se divisa tanto desde la terraza de la piscina como desde el ventanal subacuático no solo abarca las laderas y los pueblos de la costa, sino también la inmensidad del mar.
Lógicamente, el restaurante Rosselini también saca partido de las vistas, con sus mesas dispuestas en la terraza exterior, desde la que se domina un paisaje grandioso. La belleza del espectáculo que se contempla desde las habitaciones casi eclipsa el fastuoso lujo que las envuelve: ropa de cama de Frette a la carta, artículos de baño de Bulgari, azulejos artesanales y muebles antiguos. Es un lugar que no debes dejar de visitar, aunque, dadas las pequeñas dimensiones y la gran popularidad del hotel, se requiere cierto grado de previsión. No es un destino apto para una escapada de última hora, pero el esfuerzo de planificar el viaje con antelación merece la pena.
El hotel desprende una elegancia clásica muy estudiada, que, sin embargo, no pretende evocar ninguna época en particular, sino constituir el ambiente idóneo para vivir un sueño de otro mundo. Los suelos y las escaleras son de mármol, las paredes de las zonas comunes están cubiertas de obras de arte contemporáneas y hay infinidad de sofás y sillas que invitan a un placentero ensimismamiento. La zona de la piscina ostenta un lujo idílico, que resulta aún más espectacular gracias a las formidables vistas. El panorama que se divisa tanto desde la terraza de la piscina como desde el ventanal subacuático no solo abarca las laderas y los pueblos de la costa, sino también la inmensidad del mar.
Lógicamente, el restaurante Rosselini también saca partido de las vistas, con sus mesas dispuestas en la terraza exterior, desde la que se domina un paisaje grandioso. La belleza del espectáculo que se contempla desde las habitaciones casi eclipsa el fastuoso lujo que las envuelve: ropa de cama de Frette a la carta, artículos de baño de Bulgari, azulejos artesanales y muebles antiguos. Es un lugar que no debes dejar de visitar, aunque, dadas las pequeñas dimensiones y la gran popularidad del hotel, se requiere cierto grado de previsión. No es un destino apto para una escapada de última hora, pero el esfuerzo de planificar el viaje con antelación merece la pena.
Localización
Palazzo Avino
Via San Giovanni del Toro 28, Ravello, Italia
Puntuación y Reseñas de los Huéspedes
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19.2
20
Habitaciones y tarifas
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Tarifas en USD para 1 noche, 1 huésped
Tarifas en USD para 1 noche, 1 huésped
Stay dates
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Check-in
Oct 6
Check-out
Oct 15
Rates shown in USD based on single occupancy.