Hotel Villa Franca Positano

Si de cada uno de nosotros dependiera, todos tendríamos algún amigo italiano con posibles y, lo que es más importante, con una residencia de verano en la Costiera Amalfitana. Porque, aunque nos encante un buen hotel, hay algo en Positano –lo espectacular de sus paisajes, lo cinematográfico de su atmósfera o la posibilidad de hacer un almuerzo de tres horas empezando con unos entrantes y acabando con un limoncello y un capuchino– que nos hace sentir como el glamouroso invitado de una residencia particular… Mientras llega y no esa invitación, siempre podrá alojarse en el hotel Villa Franca Positano.
La villa era una vivienda particular hasta que la familia de propietarios la convirtió en un hotel boutique, por lo que el interior está lleno de objetos de diseño y elementos inesperados, desde una biblioteca dedicada al cine italiano hasta juegos de mesa antiguos. El lugar reúne las comodidades de una casa de huéspedes y las combina, gracias a la piscina de la azotea, el gran spa y un par de restaurantes gourmet, con el lado más deslumbrante de un hotel de lujo.
Como cualquier otro edificio del casco viejo de Positano, la villa está construida en el acantilado: si pensamos en Positano como un gigantesco anfiteatro asomado al mar, el hotel Villa Franca Positano estaría en el palco de platea y, aunque con similar panorámica no puede haber localidad mala, esta villa de cinco alturas tiene una orientación particularmente envidiable gracias a la cual ofrece espectaculares vistas del agua.
Vistas, todo hay que decirlo, que podrá disfrutar en pijama: todas y cada una de las habitaciones tiene balcón privado. En un lugar donde lo que cuenta indiscutiblemente es el paisaje exterior, el diseño interior podría pasar a un segundo plano, pero no es así. Su estética combina lo tradicional con lo moderno, haciendo que las mayólicas y azulejos de Vietri contrasten el blanco omnipresente de la decoración. En las suites hay estatuas y aunque las habitaciones estándar no llegan a ser tan grandilocuentes, todas ellas cuentan con baños de mármol italiano, televisores LED y wifi gratuito.
Disfrute de un spritz junto a la piscina con vistas del mar a 360 grados o reserve una mesa en el restaurante de alta gama Li Galli. Elija lo que elija, siempre podrá estar admirando las fantásticas vistas del mar que se extiende ante sus ojos y su plato de maricos. Cierto que es un hotel y que no es lo mismo que quedarse en casa de unos amigos, pero eche un vistazo rápido al lujoso desayuno buffet y se alegrará de no tener que preparase usted mismo-a su café…
A tener en cuenta: El hotel Villa Franca Positano es un hotel de temporada y acepta reservas entre finales de marzo y mediados de noviembre.