Casadelmar

Los aficionados a la arquitectura reconocerán el sello de Jean-François Bodin: la silueta del Casadelmar es innegablemente contemporánea, si bien sus superficies de cedro envejecido se integran a la perfección en el paisaje. La mirada se dirige de forma natural hacia el exterior, los jardines, el golfo de Porto Vecchio y los montes aledaños.

Mientras tanto, en sus interiores de líneas nítidas y elegantes predominan los tonos cálidos y la madera, subrayados aquí y allá por atrevidas pinceladas de color y por clásicos del diseño con la firma de Le Corbusier y Bertoia que aportan un toque de distinción. Todas las habitaciones y suites tienen terrazas con vistas a la bahía, aunque para llegar a la pequeña playa privada tampoco tendrás que caminar mucho.

El hotel dispone asimismo de un spa, un gimnasio y una piscina infinita de 25 metros con espectaculares vistas panorámicas. Con todo, lo más destacable de Casadelmar quizá no sea ni su arquitectura ni sus vistas, sino sus restaurantes. El Grill and Lounge Bar, en la terraza, sirve de telonero al gran protagonista del lugar: el homónimo Casadelmar, único restaurante de Córcega en poder presumir de tener dos estrellas MICHELIN.

Atención: El hotel Casadelmar abre únicamente en temporada, de finales de abril a principios de octubre.