Hotel Costantinopoli 104

La que una vez fue la urbe más grande de Europa, Nápoles, sigue siendo una ciudad de crecimiento descontrolado. A pesar de que hace tiempo que la han superado en tamaño, continúa siendo una maraña de piazzas, iglesias y calles tortuosas. En medio de todo, en el corazón del centro histórico, se encuentra una casa neoclásica del siglo XVIII y en su interior, el Hotel Costantinopoli 104, un hotel elegante y contemporáneo, cuyos interiores sobrios de líneas bien definidas son el complemento ideal para el esplendor dorado de la arquitectura de la villa.

El detalle más exquisito tal vez sea el jardín del patio central, que ofrece una de las pocas piscinas que hay en el casco histórico napolitano. La vidriera de estilo liberty que domina la fachada del edificio da al patio, como la mayoría de las habitaciones.

Para los italianos, unos interiores modernos y sencillos de líneas bien definidas no contrastan con una decoración ornamental histórica, sino que la complementan. Al igual que Nápoles, este sitio es una mezcla inextricable de épocas y estilos. Las habitaciones están decoradas con paredes blancas y unos muebles de colores vivos que no dan tregua a ese minimalismo empalagoso que ha proliferado por doquier. Las suites están ricamente decoradas con detalles arquitectónicos originales, como algún que otro arco de piedra, aunque también ofrecen comodidades modernas, como las bañeras hundidas.

En cuanto a las actividades de ocio, el casco antiguo de Nápoles es un lugar ideal para pasear, y el Museo Arqueológico está cerca, por no hablar de las catedrales e iglesias que salpican la zona. Los amantes de las compras también estarán encantados con la infinidad de boutiques de diseño que flanquean estas calles históricas, incluso las del casco antiguo.