Hotel Urban
Carrera de San Jeronimo 34, Madrid, España
96 Habitaciones
Diseño moderno y Animado
Madrid es quizás la más conservadora de las grandes ciudades españolas, pero a pesar de ello tiene numerosos ejemplos de diseño moderno, en lo que supone un claro contraste con la arquitectura clásica que prevalece en la ciudad y que en muchos casos se remonta hasta el siglo XVIII o incluso antes. En pleno Madrid de los Austrias, cerca de la Puerta del Sol, se encuentra el Hotel Urban, una estructura sorprendentemente moderna rodeada por edificios antiguos. Esta construcción de metal y cristal choca radicalmente con los clásicos edificios de piedra circundantes. Pero no solo estamos hablando de diseño contemporáneo. El Urban es rompedor, qué duda cabe, pues proporciona esa estética industrial tan propia de las boutiques más vanguardistas, pero destaca también por su fuerte personalidad.
Su dueño, Jordi Clos, no es solo un hotelero de éxito sino también un reputado coleccionista de arte y el director de la sociedad arqueológica cuya colección está expuesta en el Urban. La galería que se encuentra en el sótano del hotel alberga una colección permanente de obras de arte egipcias, mientras que las habitaciones de invitados están decoradas con antigüedades de origen hindú y chino, que el huésped podrá apreciar en toda su plenitud gracias a las notas explicativas que acompañan a cada obra, como si de un programa de museo se tratara. El resultado es de lo más atractivo; el Urban proporciona un espacio lujoso y acogedor, y su faceta de museo de arte no transmite jamás una sensación de esterilidad o vacío.
La decoración de los espacios comunes ha sido altamente individualizada, haciendo especial hincapié en efectos luminosos de lo más originales: una columna de alabastro iluminada que desciende por el atrio hasta alcanzar el suelo del hall, como una corriente de lava, y una mesa de recepción fabricada a partir del mismo material luminoso. En el resto de los espacios, unos tubos fluorescentes de dos metros de longitud se extienden por las paredes, y tras la barra del bar cuelgan hermosos globos con luz interior que reproducen una vez más el efecto de metales líquidos.
En los pisos superiores las habitaciones tienen mucho más que ofrecer que esculturas hindúes. Los oscuros suelos de caoba y los muebles de cuero negro crean una atmósfera sobria. Los servicios son de primera categoría e incluyen televisión con pantalla plana y conexión wifi. Las ventanas que dan a la calle tienen un cristal doble para aislar las habitaciones del ruido del tráfico y las que dan al patio son tan silenciosas como tumbas egipcias.
Hoy en día, los hoteles de alto diseño ofrecen cuartos de baño que son tan inteligentes como los dormitorios, si no más. Se encuentran detrás de paredes de cristal con accesorios que son tan futuristas como puedas imaginarte, desde lavabos cónicos hasta profundas bañeras. Tener toallas y albornoces mullidos es casi una obligación para un hotel de la categoría del Urban, al igual que los productos de baño customizados. En ambos casos, el Urban cumple con nota.
Ubicado entre la Puerta del Sol y el distrito de los museos, el Urban se encuentra muy cerca de numerosos restaurantes y pubs; por eso sorprende, teniendo en cuenta la enorme competencia que existe en la zona, que sus instalaciones tengan tanto éxito. El Cebo y el Glass Bar se cuentan hoy entre los destinos más populares de la noche madrileña, aunque sin duda la principal joya del hotel es su terraza en la azotea. Durante el día, el huésped podrá refrescarse en la piscina, a la vez que toma el sol y disfruta de unas excelentes vistas de la ciudad. Durante la noche la terraza se convierte en un bar al aire libre, con barras de cóctel que se asoman al borde del edificio, a unas seis plantas de altura desde el suelo.
Nota: la piscina no climatizada y el bar ubicados en la terraza del hotel abren solo en los meses de verano.
Su dueño, Jordi Clos, no es solo un hotelero de éxito sino también un reputado coleccionista de arte y el director de la sociedad arqueológica cuya colección está expuesta en el Urban. La galería que se encuentra en el sótano del hotel alberga una colección permanente de obras de arte egipcias, mientras que las habitaciones de invitados están decoradas con antigüedades de origen hindú y chino, que el huésped podrá apreciar en toda su plenitud gracias a las notas explicativas que acompañan a cada obra, como si de un programa de museo se tratara. El resultado es de lo más atractivo; el Urban proporciona un espacio lujoso y acogedor, y su faceta de museo de arte no transmite jamás una sensación de esterilidad o vacío.
La decoración de los espacios comunes ha sido altamente individualizada, haciendo especial hincapié en efectos luminosos de lo más originales: una columna de alabastro iluminada que desciende por el atrio hasta alcanzar el suelo del hall, como una corriente de lava, y una mesa de recepción fabricada a partir del mismo material luminoso. En el resto de los espacios, unos tubos fluorescentes de dos metros de longitud se extienden por las paredes, y tras la barra del bar cuelgan hermosos globos con luz interior que reproducen una vez más el efecto de metales líquidos.
En los pisos superiores las habitaciones tienen mucho más que ofrecer que esculturas hindúes. Los oscuros suelos de caoba y los muebles de cuero negro crean una atmósfera sobria. Los servicios son de primera categoría e incluyen televisión con pantalla plana y conexión wifi. Las ventanas que dan a la calle tienen un cristal doble para aislar las habitaciones del ruido del tráfico y las que dan al patio son tan silenciosas como tumbas egipcias.
Hoy en día, los hoteles de alto diseño ofrecen cuartos de baño que son tan inteligentes como los dormitorios, si no más. Se encuentran detrás de paredes de cristal con accesorios que son tan futuristas como puedas imaginarte, desde lavabos cónicos hasta profundas bañeras. Tener toallas y albornoces mullidos es casi una obligación para un hotel de la categoría del Urban, al igual que los productos de baño customizados. En ambos casos, el Urban cumple con nota.
Ubicado entre la Puerta del Sol y el distrito de los museos, el Urban se encuentra muy cerca de numerosos restaurantes y pubs; por eso sorprende, teniendo en cuenta la enorme competencia que existe en la zona, que sus instalaciones tengan tanto éxito. El Cebo y el Glass Bar se cuentan hoy entre los destinos más populares de la noche madrileña, aunque sin duda la principal joya del hotel es su terraza en la azotea. Durante el día, el huésped podrá refrescarse en la piscina, a la vez que toma el sol y disfruta de unas excelentes vistas de la ciudad. Durante la noche la terraza se convierte en un bar al aire libre, con barras de cóctel que se asoman al borde del edificio, a unas seis plantas de altura desde el suelo.
Nota: la piscina no climatizada y el bar ubicados en la terraza del hotel abren solo en los meses de verano.
Localización
Hotel Urban
Carrera de San Jeronimo 34, Madrid, España
Puntuación y Reseñas de los Huéspedes
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18.9
20
Habitaciones y tarifas
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Tarifas en USD para 1 noche, 1 huésped
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Check-in
Oct 6
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Oct 15
Rates shown in USD based on single occupancy.