ME London

La idea de que una cadena de lujo española se instale en pleno centro de Londres es, en teoría, el tipo de cosas que suele suscitar críticas. En la práctica, sin embargo, es difícil imaginar un establecimiento más inglés que el ME London. El hotel ocupa un edificio de nueva planta diseñado por Foster + Partners y ubicado en uno de los extremos del Aldwych Crescent, comunicado a uno y otro lado con la calle Strand, ubicación céntrica y emblemática donde las haya. El nuevo edificio es en realidad un añadido a una construcción de 1904 totalmente rehabilitada en la que tuvo su primera sede la BBC y donde estuvo la sede original de la Marconi Wireless Telegraph Company, prueba en sí misma de que Londres nunca se ha cerrado a las influencias llegadas de fuera.

Y, claro está, un hotel de lujo de nueva planta, construido por Norman Foster y en pleno centro de Londres tenía que ser, por fuerza, espectacular. Arquitectónicamente hay elementos muy potentes como el atrio piramidal de nueve alturas. A esto se suman numerosos detalles de gran impacto: las terrazas del piso superior tienen vistas inigualables que, en la suite de la torre de esquina, se convierten en vistas a 360 grados. Los interiores son frescos y modernos y las habitaciones y suites subrayan el carácter internacional contemporáneo de Londres en lugar de recrearse en la herencia georgiana de la casa Marconi. Las dotaciones y acabados son punteros, desde los equipamientos electrónicos integrados a los suntuosos baños.

El bar restaurante de la azotea es, cómo no, una pieza esencial, pero el ME London contribuye al ya envidiable panorama culinario de Londres con un restaurante de altura, el STK London. Londres, sin duda, es una ciudad difícil, pero ahí es donde se demuestra que el grupo Meliá tiene aptitud y actitud sobradas para jugar cómodamente en las primeras categorías de la hostelería mundial.