Park Hyatt Kyoto

Sus 70 habitaciones y suites lo convierten en uno de los Park Hyatt más pequeños, lo que implica la posibilidad para el servicio, ya de por sí uno de los puntos fuertes de la marca, de estar mucho más personalizado. Y decimos pequeño por el número de habitaciones, no por la superficie de estas últimas. Las espaciosas estancias lucen un estilo que, aunque claramente influido por los ryokan, no deja de ser contemporáneo gracias a sus cuidadas formas geométricas, las cuales quedan atemperadas por la textura y calidez que aportan la madera, la piedra y los tejidos. Algunas tienen vistas a pequeños jardines privados, otras se asoman a la adyacente pagoda Yasaka, uno de los monumentos más emblemáticos de Kioto. Como era de esperar en un hotel de la categoría del Park Hyatt, todas las comodidades están cuidadas al detalle: qué relajante alojarse en un lugar donde se han tenido en cuenta todas y cada una de nuestras necesidades materiales…

Tres restaurantes, un lounge y un bar proponen una gran variedad de platos y bebidas japonesas, desde la exquisita cocina kaiseki del Kyoyamato, una institución en Kioto desde 1877, hasta las propuestas más modernas y atrevidas del Kyoto Bistro. Y el spa, como cabe esperar de un hotel de lujo en Kioto, está inspirado en buena medida en la tradición de las casas de baños locales, ofreciendo una experiencia de relax y bienestar difícil de igualar.