Le K2 Palace

Para ser justos, al K2 no le faltan razones para definirse como un hotel aldea de lujo. El complejo, situado en la ladera de una montaña, consta de un edificio principal y una serie de suites-chalet, dos restaurantes gastronómicos, un spa de alta gama, una piscina panorámica y un club infantil de aires futuristas. La mayoría de las habitaciones se encuentran en el edificio principal. Para un hotel de sólo 26 habitaciones y 8 suites, sorprende la cantidad de categorías ofertadas: la estándar –con balcón privado y vistas a la montaña, cama king size, zona de estar, cafetera Nespresso, iPad, wifi gratuito, minibar con refrescos gratuitos y cuarto de baño con bañera y ducha italiana– es más amplia de lo que se podría esperar, así que es fácil imaginar cómo serán las demás, en particular las ultralujosas (e independientes) suites-chalet. La suite-chalet Baltoro, por ejemplo, ocupa tres pisos e incluye cinco cuartos de baño, piscina privada interior con cascadas, un hammam, personal exclusivo a disposición (incluido un chef privado) y té de cortesía por la tarde. Eso sin mencionar el champán de bienvenida…

Este nivel de lujo se asocia desde hace tiempo con Courchevel, para muchos el no va más del chic de las estaciones de esquí de los Alpes franceses. El telesilla del K2 te llevará hasta el mayor dominio esquiable del mundo. Acabado el esquí, podrás relajarte en el elegante 8611 Bar o en el más intimista Winston Klub, tras lo cual podrás elegir entre dos restaurantes: Le Sarkara, con dos estrellas Michelin, y L'Altiplano au K2 Palace.