Castello di Vicarello

La prueba de que la Toscana es una región especial reside en el hecho de que aún se pueden encontrar zonas que no están asediadas por el turismo. El Castello di Vicarello, enclavado en lo alto de una montaña y rodeado de ondulantes colinas, es uno de esos sitios: un auténtico castillo del siglo XII convertido en un encantador hotel boutique estilo casa solariega por una pareja con un gran sentido de la estética que vino de Milán buscando una vida tranquila.
No cabe duda de que la han encontrado y no tienen ningún reparo en compartirla con los demás. Aquí no tendrá la sensación de ser el huésped de un hotel, sino un invitado, a pesar de que hay algunos servicios característicos de los hoteles, como, por ejemplo, las dos piscinas con vistas a la campiña toscana. Si bien es cierto que el Castello di Vicarello tiene un pedigrí estético impecable, los interiores no abusan en absoluto de la ostentosidad típica de las revistas de diseño, sino que lucen algunos muebles indonesios con las antiguas paredes de piedra del castillo como telón de fondo.
Hay una cocina aunque no podría llamarse restaurante. En cualquier caso, aquí la comida es algo especial: cocinada con ingredientes de la zona y mucha destreza. Los huéspedes pueden asistir a clases de cocina y catas de vino en un ambiente informal. No le quepa la menor duda de que, cuando se vaya, los secretos de la buena vida le resultarán menos misteriosos.

Indicaciones para llegar al hotel:

Castello di Vicarello se encuentra a aproximadamente 1 hora 1/2 del aeropuerto de Florencia y a 2 horas del aeropuerto Fiumicino de Roma.