Capri Tiberio Palace

Italia es un catálogo de destinos a cuál más maravilloso y parece mentira que lugares de la belleza de la Costa Amalfitana y el Golfo de Nápoles puedan verse casi eclipsados por la majestuosidad de la vecina Capri. Es quizá este inesperado derroche de belleza en medio del mar lo que llevó al emperador Tiberio a mandar construir su villa en esta isla, un lugar que sigue atrayendo a los visitantes, aunque hoy, por supuesto, no vengan buscando la sensación de reclusión de entonces. Capri, con la sólida reputación de ser uno de los lugares más bellos del mundo, alberga una serie de hoteles que sorprenden a partes iguales por su discreción y elegancia: hoteles de los cuales, el Capri Tiberio Palace es un ejemplo notable.

Capri Tiberio Palace encarna ese tipo de alojamiento de sabor mediterráneo que nos devuelve a la tierna frescura del cine de los años sesenta y su interior, dominado por suaves tonos crema, nos hace pensar en la sensación de elegante desenfado que transmite un traje de lino blanco. La decoración de las 54 habitaciones no es muy recargada –se ve un objeto artístico por aquí, una foto en blanco y negro por allá –, ya que lo realmente importante son las vistas. El hotel está situado a altura suficiente para contemplar el entorno natural de la isla, tachonada de villas que caen en cascada hasta el mar.

Esto no quiere decir que el Palace carezca de encanto: desde el bar de mojitos de la azotea hasta la Terrazza Tiberio, el restaurante mediterráneo con una amplia gama de platos kosher elaborados con ingredientes locales, hay muchas opciones para hacer algo más que relajarse al sol. Un cóctel al caer la tarde en el bar Jacky, de inspiración cubana, puede ser un buen comienzo antes de empezar a vivir la noche en la céntrica y famosa Piazzetta, a un par de minutos de la puerta principal.

Atención: El periodo de apertura del Capri Tiberio Palace es de abril a octubre.