The Peninsula Beijing

El Palace Hotel, ahora llamado el Peninsula Palace Beijing, es exactamente lo que uno espera de un hotel Peninsula en el Lejano Oriente. Sin embargo, esto no significa que la estancia en el Palace sea una experiencia predecible, en el sentido de que una experiencia en un hotel de una cadena hotelera sigue un mismo patrón y, por lo tanto, es poco original. Lo que queremos decir es que la persona que visite este hotel puede esperar recibir un nivel de servicio elevadísimo, fama de la que gozan los hoteles Peninsula. Una constancia sin sentido, como decía Emerson, es el duendecillo de las mentes pequeñas, pero el tipo de constancia que ejerce el Peninsula no carece de sentido.

El Palace se encuentra a pocos pasos de la plaza de Tiananmen, un lugar marcado por los acontecimientos de 1989. Sin embargo, en el Pekín actual, capital política y comercial de la nación con el desarrollo más rápido del mundo, un hotel de negocios no podría situarse mejor. El Palace se encuentra justo en el centro de la ciudad, rodeado por símbolos de la misma como el Museo de Historia China, el Gran Salón del Pueblo y el mausoleo de Mao. El vibrante distrito comercial de Chaoyang, donde se encuentran muchas de las embajadas extranjeras, está justo al este, y los distritos principales de compras también están cerca.

El Peninsula Palace Beijing es un hotel de cinco estrellas, por supuesto, aunque podría considerarse de seis estrellas por los servicios que ofrece. Todo lo que se encuentra en la habitación se puede accionar desde el panel de control situado junto a la cama: las luces, el termostato y la televisión (pantallas de plasma de 42 pulgadas en algunas de las habitaciones). Además, hay otro panel en la puerta principal que muestra la temperatura y el grado de humedad exterior.

Sí, hay piscina (climatizada, por supuesto), un gimnasio, un servicio de masajes y un spa Clarins. Como cabe esperar, cuenta con dos excelentes restaurantes, uno de cocina asiática moderna, el PING, y otro de estilo más tradicional que sirve cocina clásica cantonesa, el Huang Ting. ¿Conexión de alta velocidad a Internet en la habitación? Claro que sí. Además, dentro del hotel hay tres plantas de tiendas de marca, desde Burberry hasta Louis Vuitton.

Pero lo que hace especial al Palace, lo que hace que uno se sienta realmente bien son dos cosas muy sencillas: el cumplimiento y el servicio. Estamos ante una de las experiencias de hoteles de lujo sin igual en ninguna parte y, al mismo tiempo, la sensación de lujo nunca se convierte en sensación de exceso. Todo sienta bien: desde un nivel de servicio elevadísimo (un personal siempre atento cuando es necesario, que sabe desaparecer discretamente justo en el momento preciso) hasta algo tan prosaico como la calidad del mismo material con el que ha sido construido y amueblado. ¿Cómo lo han conseguido? Para serte sincero, lo desconocemos, pero eso no deja que la experiencia sea ni menos impresionante ni menos placentera.

Nota: los requisitos relativos al pasaporte y el visado son diferentes en cada país. Consulta a la autoridad local antes de hacer una reserva.