Hotel De Witte Lelie

Hay hoteles que no pueden negar que lo son, con botones, portero, un conserje sonriente y camareros que diligentemente empujan el carrito del servicio de habitaciones por los pasillos. Y luego están los hoteles que no parecen hoteles, sino simples casas de huéspedes, confortables y decoradas con un gusto exquisito, en los que la solemnidad pasa a un segundo plano en favor de la intimidad y de un encanto más personal.

El Hotel De Witte Lelie (el lirio blanco) es un claro ejemplo de este último género de hoteles. Estas tres casas del siglo XVII que se alzan sobre el canal se han unido para albergar el hotelito más lujoso de Amberes. El nombre del hotel se puede tomar al pie de la letra: las amplias zonas comunes están decoradas con alfombras, sofás y sillones blancos y suntuosos, rematados con lirios por doquier, y las habitaciones, en blanco sobre blanco, son luminosas, más contemporáneas que modernistas, y elegantes donde las haya en esta ciudad de la moda.

Sí, has leído bien: además de una ciudad portuaria y el centro europeo del comercio de diamantes, Amberes es el núcleo del volcán en erupción de la moda belga. Los demás huéspedes del De Witte bien podrían ser estilistas y diseñadores o viajeros de negocios e importadores de diamantes.

Lejos de ser un complejo turístico urbano, el Hotel De Witte es una residencia sumamente confortable. El punto de partida perfecto desde el que explorar los museos, boutiques y restaurantes de esta preciosa ciudad.