Es una de las opciones gastronómicas del lujoso Royal Hideaway Corales Beach y ofrece una propuesta de fusión realmente fascinante, con notas creativas que elevan ese concepto a otro nivel, combinando sorprendentemente el recetario japonés, el peruano y el propio de las islas Canarias.
El atractivo local de ambiente contemporáneo, al que nos acercan en buggy desde la recepción del hotel, se presenta con un jardín de inspiración oriental a la entrada y una agradable terraza con vistas. El chef al frente, Adrián Bosch, trabaja en base a dos sugerentes menús (Esencia y San Hô) que nos proponen un viaje gastronómico multicultural, de base autóctona pero con técnicas culinarias de todo el mundo. ¿Curiosidades? Con los menús entregan un mapa de las islas Canarias donde nos detallan los nombres de los pequeños productores, las granjas y los pescadores que les proporcionan todos los productos (atún "patudo", cabra palmera o majorera, carabinero de La Santa, gambas de Buenavista...).